Sin querer te encontré,
Sin querer me lastimé,
Sin querer me enamoré,
Y queriendo te olvidé.
Mi ilusión te entregué,
Mi pasión te regalé,
Mi canción te dediqué,
Y tu corazón no conquisté.
Aunque tu cuerpo recorrí,
Aunque a tu madre conocí,
Aunque todo te lo di,
Tú amor no fue para mí.
Mil poemas recité,
Mil te quiero expresé,
Mil razones te entregué,
Y en otros brazos te hallé.
No fui suficiente para ti,
No pensaste en mi,
No buscaste a mi lado ser feliz,
Solo aprovecharte de mi.
Tú eras mi inspiración,
Tú eras mi gran amor,
Tú eras mi admiración,
Pero mataste mi ilusión.
Aún falta aprender,
Aún debo conocer,
Aún necesito comprender,
Por qué jugaste con mi querer.
Ahora que ya no estás,
Ahora que hay un final,
Ahora que vives en otro lugar,
Entendí que nunca me amaste de verdad.
Agradezco la experiencia,
Agradezco la rudeza,
Agradezco la firmeza,
Con la que te marchaste sin clemencia.
Porque los días de dolor generados por ti,
Porque los días de indiferencia hacia mi,
Porque los días de tristeza causadas por ti,
Me hicieron entender que no era feliz.
Pero el tiempo es sabio y enseña,
Pero el tiempo es cruel y condena,
Pero el tiempo cambia y libera,
A una persona triste y en pena.
Y Aunque moría por ti,
Aunque vivía por ti,
Aprendí a sonreír,
Aprendí a vivir,
Aprendí a ser feliz,
Y por fin me olvidé de ti.
Escrito por: Marianny Padovani
Comentarios
Publicar un comentario